martes, 27 de agosto de 2013

FÁBULA DE ESOPO


Esopo (Grecia S. VI a.C.)


Esopo (Grecia, s. VI a. C.) Fabulista griego. Pocos datos existen sobre la biografía de Esopo, y ya en la época clásica su figura real se vio rodeada de elementos legendarios.
Según una tradición muy difundida, nació en Frigia, aunque hay quien lo hace originario de Tracia, Samos, Egipto o Sardes. Lo que sí parece cierto es que Esopo fue un esclavo, y que viajó mucho con su amo, el filósofo Janto. Las fábulas a él atribuidas, conocidas como Fábulas esópicas, fueron reunidas por Demetrio de Falero hacia el 300 a.C. Se trata de breves narraciones protagonizadas por animales, de carácter alegórico y contenido moral, que ejercieron una gran influencia en la literatura de la Edad Media y el Renacimiento.

           
EL NIÑO LADRÓN Y LA MADRE
Fuente de la imagen: Internet

Un niño robó en la escuela la tablilla a un compañero y se la llevó a su madre. Ella no sólo no le regañó, sino que incluso lo alabó. La segunda vez robó un manto y la madre lo aprobó todavía más. Al crecer, con los años, cuando fue muchacho, se dedicó a robos mayores. Y una vez, sorprendido en flagrante, lo condujeron al verdugo con las manos atadas a la espalda. Su madre lo acompañó y, mientras se daba golpes en el pecho, el muchacho dijo:
-Quiero decir una cosa a mi madre.
Ella se le acercó enseguida y él le cogió la oreja y se la arrancó de un bocado. Ella le acusó de impío, pero él dijo:
-Si me hubieras pegado entonces, cuando por primera vez te traje la tablilla que robé, no habría llegado a donde estoy, a punto de ser llevado a la muerte.

La fábula muestra que lo que no se reprime desde el principio, crece hasta hacerse extremadamente grande.

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